La Jipa

Haré alusión a uno de los temas de mi semana... Una conclusión a la que he llegado ayer mientras comía 9 de oro agridulces:
Llevarse una materia, son muchas emociones juntas.
Sí señor, primero, soportar la noche anterior, con la cena temprano y bien nutritiva, soñar que te va como el ojete y despertarte con lus cojones en la garganta, desayunar y subirse a un bondi, en el que el desayuno recientemente ingerido se mueve en nuestros estómagos provocando una sensación vomitiva... señoras y señores, esto recién empieza.
Llegaste a la escuela, todos está en tu mismo estado, nerviosos y para peor: REPASANDO, ese repaso... el que te relaja, o te mata, es sencillo: sabés, o te acaban de decir algo que no tenías ni la más puta idea de que existía, en este último caso pedís a gritos que te expliquen ESO que no sabés que es... generalmente los nervios del compañero terminan en balbuceos, y "porque... uh mirá me cansé, ya fue capaz que no lo toman" tu cara de ojete, y un "gracias ¿Eh?"
Pensar que todavía no rendiste... Ejercicios, preguntas, con suerte lo sabés más o menos.
Terminás, salís, hay gente afuera, gente que nunca se interesó por vos y te dice ¿cómo te fue? vos decís "bien" o "mal" y te limitas a eso, sin pensar realmente, al rato decís "no, la verdad, no tengo la más puta idea de cómo me fue".
Esperás... largo tiempo, a que te corrijan... laaaaaaaargo e insoportaaaaable tiempo, porque no sos la única persona que se llevó la materia, y los profesores cargan toda la paja del año.
En mi escuela, luego, proceden de la siguiente manera: Encierran a las casi 100 personas que rindieron en un salón y las van llamando DE A DOS, para avisar si se la llevaron o no, y entre aviso y aviso, tardan alrededor de 3 minutos, LARGOS MINUTOS.
Estos obviamente son los peores... Ya que es a todo o nada. Y SE TOMAN EL LUJO DE TARDAR MUCHO.
Te llaman... La nota, pasás al oral (que es obligatorio) muy bien, pero ahora agarrate porque te van a coger... Te cogen, aprobás o no... Tu última oportunidad hasta febrero.
Te llaman... La nota, a marzo. Te ponés mal y volvés a tu casa pensando en la fiesta a la que no irás por eso.
Si sucede lo primero, y aprobás, te quedás callado porque al menos una persona de tu grupo de amigos se la llevó a marzo. Si no aprobás, te bancás al desubicado que festeja y te pregunta repetidas veces ¿cómo te fue?
Definitivamente: DEMASIADO PARA UN ADOLESCENTE