La Jipa

Ehh... Hoy es lunes, como todos los que me conocen saben estoy por demás de depresiva porque son las 22:27, y salí de mi casa a las 6:30, no soporto más a la humanidad. ¿Por qué no la soporto? Sencillo, demasiadas reglas, constantemente uno tiene que estar fijándose si el de al lado te está mirando y por qué y qué quiere, uno cae en la paranoia. Una mujer estaba parada al lado mío en el colectivo, y se le veía en la cara que necesitaba un abrazo; fantaseé que se lo daba y le preguntaba si estaba bien, y que contestaba cálidamente, pasados sólo cinco minutos de que en mi mente rondaba esta idea la mujer empezó a mirarme extraño. Nos vimos bajo el efecto de la inercia y ambas casi nos caemos al costado, cuando se sostuvo mi mano le tocó el hombro cálidamente, y me sentí bien, fue realmente premeditado y buscaba hacerle bien. Lamentablemente la mujer no correspondió siquiera con la mirada, y más que sentirme estúpida me sentí obsoleta, y llena de sentimientos que no tienen validez. ¡Qué extraño! Podría haber asegurado que esa mujer necesitaba un abrazo... y quizá sí, pero la ciudad nos hacer taciturnos y huraños.
Tal vez la mujer no necesitaba un abrazo, pero sé que yo necesitaba dárselo ¿dónde queda eso?